Acaricia al gato porque ronronea.
El sonido la enamora y da movimiento
a sus manos pródigas de ternuras.
Le rasca la cabeza
le pasa los dedos por su cuello
admira sus ojos chinos
y coloca un beso sobre su nariz.
Cree que el mundo entero
se sensibiliza ante ese sonido.
Supone
que sus mayores errores
residen
en la sencillez de no haber aprendido
a ronronear.
2 comentarios:
me encanta la enormidad, la fuerza expansiva del verso: "cree que el mundo entero se sensibiliza ante ese sonido".
Dani, gracias por estar siempre
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