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ROZANDO EL ALMA: GRUPO CASIOPEA LITERARIO


domingo, 14 de agosto de 2011

Manías por Graciela Zecca



Soy ladrón no lo niego, mejor dicho arrebatador. Mi fuerte son los bolsos de las mujeres. Y si son viejas e inofensivas mucho mejor. Así me gano la vida,  me doy todos los gustos. Estudié hasta el secundario pero no pude conseguir un trabajo digno y así sin quererlo por desesperación al principio termine siendo lo que soy.
        Desde que comencé con esto, podría decir que no solo el dinero hallado en cada cartera es importante para mí. Disfruto analizando que contiene cada una. Es increíble sumergirse en el bolso de cada mujer e invadir su privacidad.
        A través de su contenido puedo forjarme una personalidad de mi victima de turno.
        Si hallo anteojos de aumento es señal que es miope o va camino a serlo. Si en cambio encuentro gafas de sol, significa que se cuida del mismo, no quiere tener arrugas y menos envejecer.
        Si usa pañuelos descartables es practica, no le interesa perder tiempo. También podría ser que sea alérgica o llorona si encuentro más de un paquete.
        Si lleva cigarrillos obvio que fuma, si no tiene encendedor es de las que gustan andar molestando pidiendo fuego o bien lo usa de excusa para acercarse a un tipo e iniciar una charla.
         Por lo general las fumadoras siempre llevan chicles o pastillas de mentol, para ocultar el aliento a tabaco. Si no fuma y los lleva, indudablemente tiene mal aliento.
         Otro elemento que suelo encontrar es perfume y cuando una mujer lo lleva en la cartera es que siempre desea oler bien. El aroma atrae los moscardones, no hay dudas es una cazadora.
Maquillaje, desde labial, lápiz de ojos, rubor, seguramente es para retocarse en el transcurso del día, lo cual también me indica que no solo quiere verse bien, sino que una mujer pintada esta preparada para una guerra.
          De lo que me armé una gran colección es de abanicos. Tengo más de cincuenta, de todos los colores, procedencias y tamaños.
          Siempre están presentes en las carteras de las mayorcitas, en verano seria lógico tenerlos, pero en invierno no hay duda como dice mi madrina, que andan con  “los calores de la edad”
          Pero mi debilidad es todo lo que contiene una billetera, desde fotos viejas en blanco y negro, pasando por fotos carnet de los nenes, estampitas de algún santito milagroso, tarjetas usadas de colectivos, que me pregunto para que carajo las guardan, tickets de supermercado y las tan famosas tarjetas de créditos, que a mi no me sirven, con esas nunca me meto.
          El documento de identidad si que tiene historia, desde los mas ajados, desteñidos hasta los nuevitos, casi siempre replica del original.
          Disfruto viendo esas caras que en estos momentos estarán  echándome toda clase de maldiciones, porque no solo me lleve su dinero, sino que metí mis narices en su intimidad.